Glòria G. Simó

Terapeuta diplomada en el Sistema Floral del Dr. Bach. Life Coach. Escritora. Emprendedora.

Exige siempre Respect… ¡Te lo mereces y te lo debes!

Cada vez que escucho a la reina del soul, la gran Aretha Franklin, pedir respeto hace que, ¡cómo no!, sienta por mis adentros el orgullo de ser mujer y, al mismo tiempo, la enorme responsabilidad de seguir, cada día del mundo, reivindicando mis —que son nuestros, los de los seres humanos— derechos en todos los ámbitos de la vida.

En el tema original, muy exitosamente interpretado por Otis Redding en 1965, se exponen una serie de estereotipos acerca de las relaciones sexuales, intradomésticas y económicas entre hombres y mujeres, que son musicalizados bajo una óptica por aquel entonces —y, para algunos, aún hoy— invisiblemente machista. Él llega a casa, cansado y harto de trabajar ‘como un negro’ para ella —que además de ser mujer y en su caso, lo que aquí sería igual o peor, ser nigger…(término despectivo para una persona negra en USA) en lugar de traerle las pantuflas, darle un masajito y tener dispuesto un plato caliente en la mesa, seguro que ha estado todo el día golfeando y fundiéndose el jornal o pintarrajeándose y repanchingada en el sofá— y, a cambio, le pide respeto, ‘solamente’ le pide respeto a ‘una niña’ que él recompensa con ‘todo su dinero’ y poniéndole en bandeja ‘todo lo que quiere’.

Aretha compone y graba —curiosamente el día de San Valentín del año 1967— un cover del tema y dándole, magistralmente, la vuelta a la tortilla lo convierte en un himno reivindicativo del empoderamiento femenino. La versión incluida en su álbum “I Never Loved a Man the Way I Love You” (‘Nunca Amé a un Hombre del Modo que te Amo a Ti’), que ahora será interpretada por una mujer y para colmo afroamericana, dará visibilidad a su fortaleza, a su seguridad, a su valía como persona y como mujer, y romperá con el cliché de ‘dañar y aprovecharse’ de un ‘pobre y engañado’ hombre al cual, ‘solamente’, coreada por sus hermanas, le va a pedir, deletreándoselo para que le quede meridianamente clarito ‘un poquito’ de: R-E-S-P-E-C-T. 

Cualquiera de nosotras afirmaría —como la propia Aretha argumentó a un periodista: “It’s quite natural that we all want respect and should get it”— que es muy natural que todos nosotros queramos respeto y tan naturalmente deberíamos obtenerlo… y, por supuesto, no tendría que ser objeto de noticia ni nada destacable ni tampoco debería tener que ‘pedirse’ tan fundamental derecho… pero ser y ejercer de mujer en pleno siglo XXI continúa resultando una tarea demasiadas veces complicada, y el respeto —hacia nosotras y también desde nosotras mismas— continúa tristemente debiéndose, ya opino que a estas alturas del partido, no pedir, no, sino… exigir. Así que conviértete en activista del R-E-S-P-E-T-O en mayúsculas y bien deletreado, y no flaquees ni titubees cuando se trate de respetarte a ti misma ni esperes sentadita y modosita a que te lo den… ¡Cógetelo tú! ¡Te lo mereces y te lo debes!


RESPECT… Exige siempre R-E-S-P-E-C-T by Aretha Franklin…


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